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IVA, el enemigo de la equidad

  • Martín Ramírez
  • 30 nov 2016
  • 5 Min. de lectura

Quién quiere pagar impuestos? Pocos. Quién debería pagar más impuestos que yo? El que tiene más dinero y es más rico que yo. Estas serían las respuestas más probables de toda la población. La primera pregunta y su respuesta describen de una manera bastante simple cual es el equilibrio de nash cuando instauramos un escenario en donde se debe colaborar para que se pueda proveer un servicio necesario en beneficio de todos. Es por esto que es necesario "obligar" a pagar los impuestos es decir la colaboración para los bienes públicos (no exclusivos y no excluyentes) y sino por lo menos castigar a quienes no colaboran.

La segunda pregunta y su respuesta en cambio es lo que sentiríamos las personas como justicia en base al pacto social, y además sin tener muchos argumentos elaborados y científicos, solamente sentimos que sería correcto. De hecho lo es. Los impuestos serían más facilmente cobrados, es decir las personas estarían más dispuestas a pagar el tributo si el proceso es justo y satisface su sentido de justicia interior. Si en un sorteo una persona no gana el premio sentirá decepción o frustración, sin embargo no sentirá una emoción de injusticia o venganza siempre y cuando el proceso se lo haya llevado a cabo de una manera justa. Esta evidencia que ha saltado de los experimentos en economía conductual nos ilustran que uno de los componentes que facilitan el pago de un impuesto por parte de la sociedad es que el proceso sea justo y por supuesto que el mismo sea comunicado y transparente.

El IVA por el contrario es un impuesto terriblemente danino para el sistema de tributación de un estado. El IVA es de caracter indirecto y plano (aunque argumento que es recesivo). Indirecto porque no grava a la capacidad de ingresos de una persona sino a la capacidad de consumo de una persona bajo el supuesto que una persona con mayores ingresos consumirá más (serias falencias y es una conclusión muy débil). Por otro lado es plana porque impone una misma tarifa sobre el valor el bien o servicio a todas las personas, es decir si un millonario y un pobre compran un mismo bien, ambos pagarán un x% del mismo aunque sus capacidades de pago sean distintas. Sin embargo si lo pensamos más a fondo, el IVA para su aplicación es plano pero en su recaudación y afectación es recesivo. Recesivo porque si se analiza la participación del total del impuesto pagado por un pobre respecto a su ingreso total en comparación a la de un millonario, el del pobre es mucho más alto pues el pobre gastará mayor parte de su ingreso en gasto mientras que el rico ahorrará un mayor porcenaje de su ingreso que le producirá rendimientos y beneficios en el banco, acciones o invirtiendo directamente en una empresa. El IVA es el peor impuesto que puede haberse inventado un gobierno porque castiga al pobre, deprime oportunidades de emprendimiento y ahorro y apoya la polarización de los ingresos en la economía; los ricos se vuelven más ricos y aumenta la brecha entre ricos y pobres. Por lo tanto el IVA es un impuesto recesivo e indirecto, es como el diablo de los impuestos. Pero por qué se usa el IVA como impuesto? Porque tiene una aparente "facilidad" de cobro y por tanto un alto índice de recaudación. Sin embargo no es así y todos quienes piensen que es así deben repensar sus ideas. El IVA solo es cobrado por los establecimientos formales que están integrados al sistema tributario y legal. Es decir un altísimo porcenaje de establecimientos informales no emiten facturas ni declaran ingresos, en el Ecuador el sector informal asciende a aproximadamente el 50%, además muchos establecimientos formales ofrecen un porcentaje de descuento para quienes pagan en efectivo y sin factura. Sumando a esto existe un altísimo índice de evasión en los negocios formales. Evasión que nace y surge para evitar los altos costos de facturación y servir a la población más pobre, a costa de una integración del local al sector formal y por ende perdiendo acceso a crédito (fortaleciendo el círculo de la pobreza).

Si el SRI quisiera mejorar la aceptación de los impuestos y la legitimidad de los mismos y sus procesos para mejorar su recaudación, enfocaría todos los esfuerzos de tributación en los impuestos progresivos y directos y eliminaría el IVA completamente. Beneficios existen y en cantidad. Reducción de costos de facturación, contables, de impresión, además de un aumento en venta de los negocios. Se reducirían obstáculos de costos en dinero y tiempo y necesidad de contratar a personas dedicadas a la tributación del IVA además de tener sistemas más simples de software que facilitarían y dejarían de asustar al emprendimiento. Por otro lado se fomentaría el ingreso de los negocios al sistema formal y por ende tendrían mejor y mayor acceso a crédito. Por el lado de la legitimidad del tributo, el impuesto a la renta (progresivo y directo) sería el mecanismo para capturar el dinero que se deja de capturar en el IVA mediante tablas de alta progresividad y bajando la base imponible. Al eliminar el IVA y aumentar el impuesto a la renta se ganaría legitimidad en la mayoría de la población y especialmente en la población pobre y de ingresos medios. Con este mecanismo, las personas pobres saben que las de altos ingresos pagan mucho más impuestos que ellos y se percibe como un impuesto legítimo mediante un proceso justo y transparente y se pueden enfocar recursos en envitar evasión de los ricos (que son menos que los sujetos de IVA). Es cuestión de estimar la recaudación necesaria mediante impuesto a la renta para compensar lo que se deja de recaudar en el IVA.

Pasar del IVA, regresivo e indirecto, al impuesto a la renta, progresivo y directo, es lo más lógico y no solo que no ocasiona costo político sino que generaría beneficio político y aliviaría la inequidad y redistribución. Los pobres podrían comprar más bienes y servicios o generar ahorro para obtener rendimientos a costa del incremento en el impuesto a la renta de los ricos. Acaso eso no es exactamente de lo que se trata la redistribución o desarrollo de los menos favorecidos, brindar más oportunidades para el desarrollo de ellos? Además se facilita el emprendimiento para generar mayor competencia en los mercados y mejor competitividad de los mismos. El cobro del impuesto progresivo a la renta (más alto) sería percibido como un proceso justo que tendría menor fricción que el IVA y mayor legitimidad. Este cambio llevado a cabo con una comunicación clara, simple, transparente podría significar uno de los mayores aciertos de cualquier gobierno que se interese por el desarrollo de los pobres y que busque brindar mejores oportunidades a los menos favorecidos, que le interese el desarrollo de mercado. Finalmente, una cereza al pastel, al bajar todos los precios de mercado se pueden bajar también los aranceles al menos en la misma proporción de la reducción del iva sin generar distorsiones aumento de las mismas, porque el nivel de precios relativo es el importante no el absoluto. La economía conductual es la clave de qué hacer y como hacerlo. Gol.

 
 
 

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Ecuadorean

Expert in:

Economic behavior analysis, microeconomics, market intelligence, cooperation, commercial and public impact analysis, game theory,  market strategy desing, experimental economics, loan and credit analytics, microfinance, Public Private Partnerships, project finance, fiscal risks.

Msc. Economics Specialization in Behavioral Economics and Game Theory - Universiteit van Amsterdam

B.A. in Economics - Universidad San Francisco de Quito

M.A. in Finance Specialization in Financial Markets and Risk - EUDE Spain

Master in Public Private Projects - Universidad Isabel 1 Spain

Santiago Martín Ramírez Chiriboga
Economist

Specialized in Behavioral, Evolutionary, Cooperative, Experimental and Classic Economics , Game Theory, and Financial Markets, Microfinance, Project Finance and Fiscal Risks
People are not  cold blooded selfish rational machines, people are people ... since a million years ago 
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